La vitamina D constituye un grupo de moléculas liposolubles que son micronutrientes importantes para la salud a cualquier edad. Tiene 2 formas primarias: colecalciferol (vitamina D3) y ergocalciferol (vitamina D2).
Clásicamente asociamos esta vitamina al mantenimiento de la homeostasis del calcio y el fosfato y por ende necesaria para la mineralización y crecimiento normal del hueso, siendo los riñones, sistema óseo e intestinos, los órganos diana que todos conocíamos. Hoy día, se sabe que hay otros tejidos y células que responden a su acción.
De hecho, actualmente es muy nombrada por su papel en la regulación del sistema inmune y su participación en la protección de infecciones, particularmente respiratorias, por lo que pudiera ser una herramienta para reducir los factores de riesgo frente al Covid-19, cáncer, patologías autoinmunes e incluso enfermedades cardiovasculares.

Su síntesis natural es muy limitada y es secundaria a la exposición a la radiación UVB del sol. Se estima que la alimentación contribuye solo en un 10-20% a las reservas de vitamina D en adultos y un poco menos en el caso de los niños.
REQUERIMIENTOS
Actualmente la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Instituto de Medicina (IOM), recomiendan 400 UI/día desde poco después de nacer y continuar durante la infancia y adolescencia con 600 UI/día.
Etapa de la vida | Cantidad recomendada |
Recién nacidos a menores de 1 año | 10 ug (400 UI) |
Entre 1 y 13 años | 15 ug (600 UI) |
Adolescentes 14 a 18 años | 15 ug (600 UI) |
Entre 19 a 70 años | 15 ug (600 UI) |
Adultos mayores de 70 años | 20 ug (800 UI) |
Embarazadas y madres lactantes | 15 ug (600 UI) |
Es importante señalar que los niños nacen con pocas reservas de vitamina D y dependen de la leche materna, la luz solar o los suplementos como fuente de esta vitamina en los primeros meses de vida. La leche materna contiene escasos niveles de vitamina D, de allí que la recomendación general es siempre suplementar, ya que es improbable que un bebé con lactancia materna o fórmula adaptada, consuma 1 litro de leche al día, que asegure el aporte necesario.
FUENTES
Los expertos han establecido que es suficiente una exposición de 15 minutos 3 días a la semana para mantener los niveles en sangre de esta vitamina en los márgenes de normalidad. Más allá de la síntesis cutánea tras la exposición solar, hay pocos alimentos que contienen vitamina D y entre estos debemos mencionar:
- Pescados grasos: salmón, atún, sardinas
- Aceites de pescado como el muy conocido aceite de hígado de bacalao
- Hígado vacuno
- Yema de huevo
- Hongos
- Alimentos enriquecidos o fortificados: leche, cereales

La vitamina D es importante durante toda la vida, cumpliendo un papel esencial desde el embarazo y período de lactancia ! En este y todo momento, una dieta variada y equilibrada junto a un estilo de vida saludable y el consejo de tú medico, garantiza el bienestar y un estado de salud óptimos.
REFERENCIAS
-Moreno M.(2018). Vitamin D and Your Child. JAMA Pediat;172(7):708.
-Mansur J.(2018). Vitamina D en pediatría, embarazo y lactancia. Arch Argent Pediatr 116(4):286-290.
-Institute of Medicine. (2011). Dietary Reference Intakes for Calcium
and Vitamin D. Washington, DC: National Academies
Press.
-Wagner C. (2008). Prevention of Rickets and Vitamin D Deficiency in Infants, Children, and Adolescents. Pediatrics; 122 (5) 1142-1152.