Ya con anterioridad hemos conversado sobre la transición hacia la alimentación complementaria que normalmente abarca el período que va de los 6 a los 24 meses de edad. Este es un periodo crítico de crecimiento en el que las carencias de nutrientes y las enfermedades contribuyen a aumentar las tasas de desnutrición en los menores de cinco años a nivel mundial y de allí la importancia de estar bien informados sobre cómo llevar a cabo este proceso.
Se han concebido diversas estrategias para lograr la incorporación de los más pequeños a la dieta familiar y de las que ellos hemos conversado en otras oportunidades (alimentación tradicional a base de purés, la alimentación autoregulada por el bebé o Baby Led Weaning y una combinación de ambos, llamada BLISS o Baby Led Introduction to Solids), pero sin importar la forma seleccionada por el grupo familiar, es importante recordar:
1-Actualmente se puede iniciar la alimentación complementaria con cualquier tipo de alimento (carnes rojas o blancas, vegetales, granos, frutas) incluyendo los llamados alergenos (cítricos, pescados, huevo, etc.), ya que se ha comprobado que al retrasar su introducción (después del año) las reacciones alérgicas pueden ser mayores. NO es necesario seguir un orden particular.
2.El éxito está en la variedad. En la medida que los pequeños se adaptan al proceso, es necesario variar los alimentos e ir incorporando TODOS los grupos de alimentos.
3.El uso de sal, azúcar y miel debería esperar hasta al menos hasta los 2 años, para evitar daño a los riñones, caries, obesidad y botulismo, una enfermedad muy grave, producida por una bacteria neurotóxica llamada Clostridium botulinum contenida en la miel.
4.El agua debe comenzar a introducirse a partir de los 6 meses, siendo lo más recomendable ofrecerla posterior al alimento para evitar que su capacidad gástrica se llene con este vital líquido
5.Hacer de la «hora de la comida» un momento de aprendizaje, de enseñar con el ejemplo y de sembrar hábitos alimentarios saludables.
6.Si bien es importante respetar los horarios de comida, al principio no debemos ser estrictos en ello ya que al ser un proceso, lleva tiempo y debe darse poco a poco. Eso sí, hay que evitar que dichos horarios coincidan con momentos del día en los que el niño esté muy somnoliento o cansado.
7.NO ofrecer alimentos que representen un riesgo de asfixia como alimentos duros, pequeños o esféricos (frutos secos enteros, semillas, uvas, algunos vegetales crudos como zanahoria).
8.Y finalmente, tengamos paciencia y sigamos los consejos del pediatra.
Los alimentos complementarios NO sustituyen a la lactancia. La leche materna o fórmula infantil indicada sigue siendo el alimento principal hasta los 12 meses.
Hasta un próximo post !