Recientemente leí este informe de UNICEF sobre el Estado Nutricional de la Infancia, en el que se resaltan aspectos de suma importancia en relación a la alimentación de los primeros años de vida. A continuación les dejo algunos de los que creo son más valiosos:
*Al menos 1 de cada 3 niños menores de 5 años está desnutrido o tiene sobrepeso, y 1 de cada 2 padece hambre oculta (falta de vitaminas y/o nutrientes esenciales), lo que menoscaba la capacidad de millones de niños para crecer y desarrollar su pleno potencial.
*Sólo 2 de cada 5 lactantes menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna aún y cuando la UNICEF y la OMS recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y su continuación hasta que el niño cumpla los dos años o más.

La leche materna es más que un alimento: es una potente medicina adaptada a las necesidades del bebé que puede reducir notablemente sus riesgos a largo plazo !
*Los numerosos beneficios que la lactancia materna significa para el niño –favorece la salud inmunitaria del niño, su desarrollo cerebral y la generación de microbiota– se hayan bien documentados y se reflejan en el consenso de la comunidad mundial de expertos en nutrición.
*El uso de sustitutos de la leche materna es motivo de preocupación. El aumento de la promoción, las ventas y el uso innecesario de sucedáneos de la leche materna, sobre todo las fórmulas lácteas de continuación y las leches de crecimiento, constituyen un motivo de preocupación creciente. Estos productos a menudo se comercializan por medio de afirmaciones engañosas de que mejoran el coeficiente intelectual y el sistema inmune de los niños o de que son necesarios para un crecimiento saludable.
*2 de cada 3 niños no reciben una alimentación mínimamente diversificada para un crecimiento y un desarrollo saludables. Cuando los niños tienen alrededor de 6 meses, la leche materna ya no es suficiente para aportarles toda la energía y los nutrientes que precisan. El aporte nutricional que necesitan para crecer y desarrollarse entre los 6 y los 23 meses son mayores por kilogramo de peso corporal que en cualquier otro momento de la vida, lo que les hace especialmente vulnerables a las deficiencias nutricionales y a los trastornos del crecimiento.
*Introducir junto a la lactancia materna una gama de alimentos complementarios saludables y diversificados puede proteger al niño contra la enfermedad y prevenir la muerte, a la vez favorece el crecimiento y el desarrollo óptimos y evita el sobrepeso y la obesidad en etapas posteriores de la vida. De igual modo, los niños de entre 6 y 23 meses pueden padecer consecuencias de por vida si su alimentación carece de diversidad y si consumen muchos alimentos ricos en azúcar y faltos de nutrientes esenciales. Se recomienda que los bebés comiencen a consumir alimentos complementarios a los 6 meses, pero, en todo el mundo, sólo algo más de dos terceras partes de los bebés de entre 6 y 8 meses toman alimentos complementarios. Por otra parte, hay demasiados que comienzan mucho antes como en América Latina y el Caribe donde casi la mitad de los bebés de entre 4 y 5 meses y alrededor del 15% de los bebés de entre 2 y 3 meses ya toman alimentos complementarios.

La primera infancia es un período de crecimiento rápido y de vulnerabilidad nutricional. Una correcta alimentación de la madre y del niño en las primeras etapas de la vida ayuda a mitigar los riesgos para la salud durante todo el ciclo vital y a prevenir enfermedades no transmisibles. Siendo los progenitores y otros cuidadores quienes influencian más en la alimentación, es esencial que estén bien informados y conscientes de su rol en fomentar hábitos alimentarios saludables desde los primeros años de vida !
Fuente:
UNICEF. EL ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2019: Crecer bien en un mundo en transformación. Disponible en: https://www.unicef.org/media/62486/file/Estado-mundial-de-la-infancia-2019.pdf