Adolescentes · De 6 a 12 meses · Entre los 12 y 24 meses · Escolares · Los primeros 6 meses · Preescolares

Preguntas frecuentes al pediatra

Estamos ya casi cerrando el año y para llegar a buen fin, les resumo algunos de los comentarios que los padres no dejan de hacer en consulta en relación a la alimentación de los niños y que suelen despertar preocupación:

1. Es que el bebé queda con hambre, la leche materna no lo llena.

La leche materna es el mejor alimento del mundo. No tiene sustituto.

bebe llorando

En general, no debemos preocuparnos por la producción de leche materna ya que el cuerpo es sabio y se produce la cantidad de leche que el bebé necesita. Es un proceso continuo y el volumen de leche producido aumenta o disminuye según las necesidades de cada bebé. Eso sí, el bebé, debe alimentarse siempre que quiera, hayan pasado una, dos o tres horas desde la toma anterior. Es a libre demanda, por tanto no hay horarios, cada niño marcará su propio ritmo de alimentación y, sin duda, hará saber a su madre cuando tiene hambre.

Los bebés no siempre toman la misma cantidad de leche, a veces, se sacian pronto porque el sueño los vence y cuando despiertan vuelven a reclamar aquello que les quedó por tomar. También hay momentos del día en que tienen más apetito.

Si el bebe gana peso según la evaluación de su pediatra, esta sano y activo, por lo general, consume la cantidad adecuada de leche materna.

2. Es que no come “nada”

Creo que no hay padre que alguna vez no haya sentido el temor que su hijo no come lo suficiente. Sin embargo, en la mayoría de los casos o bien se trata de que el niño no come tanto como lo hacía antes o bien que no come lo que el padre considera que tiene que comer.

no come nada

Es importante entender que los ritmos de crecimiento son variables dentro de la vida del niño y entre los distintos niños y, a menudo, no se presentan como una línea ascendente sin variaciones. Aproximadamente, a partir del año, entran en una etapa de crecimiento mucho más lento, con lo que sus requerimientos de macro y micronutrientes se reducen, y en consecuencia, comen menos, porque necesitan mucho menos para crecer.

Cada niño tiene necesidades diferentes e incluso el mismo niño, varía sus necesidades energéticas en el día a día en función de muchos factores: a veces comen más cantidad en una comida y en otra menos. Pretender que coman una cantidad predeterminada cada día en cada comida no es adecuado.

Comer es un instinto primario básico, tan imprescindible para la supervivencia, que ningún niño pasa hambre habiendo comida (a no ser que tenga alguna enfermedad,…).

Si la alimentación es variada y equilibrada y, si el niño está contento, activo, con un crecimiento y desarrollo dentro de lo esperado para su sexo y edad, no hay por qué preocuparse.

3. Y qué hago si ya no consigo fórmula?

Esta es una pregunta habitual para nosotros aquí en Venezuela. ¿Qué hago doctora? En este caso, si hablamos de un bebé menor de 12 meses, la respuesta está en insistir en la leche materna. Ya todos sabemos que no hay nada mejor y al menos durante los primeros 6 meses, al ofrecerla a libre demanda, es muy probable que el uso de fórmula, no sea necesario. Lo mismo pudiera decidirse a partir de los 6 y hasta los 12 meses, momento en el cual ya el bebé además de la leche materna, comienza a recibir alimentos distintos a la leche.  

Ahora, si existe alguna indicación médica o incluso personal, que justifique el uso de fórmulas infantiles y no sea posible adquirirlas (por escasez o alto costo), lo mejor que podemos hacer es hablar con nuestro pediatra. La leche completa, si bien no debe ofrecerse antes del primer año de vida, puede diluirse en forma adecuada para adaptarla a las necesidades del bebé:

– Desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad

Debes diluir la leche de vaca al 50% (es decir mitad agua hervida, mitad leche de vaca), además, le debes agregar un 5% de azúcar y un 2% de aceite vegetal o directamente un 7% de azúcar. Por ejemplo, en un biberón de 100 ml, coloca 50 ml de agua, 50 ml de leche de vaca, 5 gr. de azúcar y 2 cc de aceite vegetal. En el caso de leche en polvo, equivaldría a 1 cucharada sopera por cada 4 onzas de agua hervida. 

–  Desde los 6 meses de edad en adelante

Hay aquellos que proponen diluir la leche de vaca al 66,6%, otros al 75% y  agregar 5% de azúcar, siendo ésta última dilución un poco más fácil de visualizar. Por ejemplo, para preparar 100 ml al 75%, coloca 25 ml de agua, 75 ml de leche de vaca y 5 gr (1 cdita) de azúcar. Si hablamos de polvo, sería 1 cucharada sopera por cada 3 onzas de agua hervida.  

4. Y a qué edad puede comenzar a darle algo distinto a la leche materna?

Esta es una constante en el día a día y creo que mucho tiene que ver con la presión y lo que oímos de otros. Existe un desespero por introducir alimentos distintos a la leche materna.baby led 2

Lo ideal y siguiendo las recomendaciones de la OMS es esperar hasta los 6 meses ya que hasta ese momento la leche materna cubre perfectamente las necesidades nutricionales y emocionales que pueda tener el bebé en cada momento. Una vez superados los 6 meses, se debe continuar con la lactancia materna a demanda, junto con otros alimentos, hasta los 2 años o más, según el niño y la madre lo deseen (alimentación complementaria). La alimentación complementaria irá tomando relevancia de manera gradual y adaptada al bebé tanto en cantidad como en diversidad durante el segundo semestre de vida, ganando protagonismo ya en el segundo año de vida.  La forma en que cada binomio madre-hijo, decida llevar a cabo este proceso, es muy personal. Hay quienes preferirán seguir las pautas tradicionales de la papilla y cuchara, mientras que habrán quienes prefieran seguir una alimentación guiada por el bebé o baby-led weaning.

5. No le va a mandar ninguna vitamina ?

El consumo de vitaminas guarda algunos mitos, como por ejemplo que son vitales para que los niños coman más; que son las culpables de la pérdida del apetito o que suplen la mala alimentación. Todas esas creencias son falsas. Las vitaminas son necesarias para el crecimiento  y si un niño consume una dieta variada y equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos, NO amerita el uso de suplementos vitamínicos.

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  • Los suplementos NO sustituyen una buena comida, y nunca deben utilizarse para justificar una dieta poco equilibrada. Las vitaminas NO AUMENTAN EL APETITO.
  • La suplementación puede ser necesaria en niños con riesgo nutricional secundarios a carencias económicas y/o con dietas deficientes, restringuidas o no equilibradas, o patologías que no permiten la adecuada absorción, utilización o excreción de algún micronutriente específico.

Como es lo usual, consulta al pediatra primero y juntos tomen la mejor decisión. 

5. Come fruta ? Sí claro, yo le doy jugo todos los días

La AAP recomienda que entre los 1 – 6 años, la ingesta de jugo se limite a 4 onzas diarias, entre los 4 – 6 años hasta 6 onzas y, a partir de los 7 años a un máximo de 8 onzas diarias. Los menores de 1 año no deberían consumir jugos y a partir del año, cuando comiencen a ofrecerse, no debe hacerse en tetero y tampoco en horarios nocturnos.

Los niños deben ser educados para preferir la fruta entera. En el jugo, se pierde la fibra y los azúcares naturales presentes en la fruta se absorben muy rápidamente, por lo que actuarían como si fuera azúcar de mesa. La fibra tiene la capacidad de hacer que esta absorción sea más lenta y por tanto, su efecto en el metabolismo es diferente.

El consumo de jugo no ofrece ningún beneficio nutricional sobre la fruta entera y no tiene ningún rol esencial para la salud de los más pequeños. Su consumo en exceso, a cualquier edad, se asocia a malnutrición, diarrea, flatulencia, caries dental, entre otros. 

6. Es que no le gustan los vegetales 

Por naturaleza, tenemos una mejor aceptación de los sabores dulces y, en menor medida, de los salados o amargos y es en gran parte por ello, que muchos niños rechazan los vegetales. 

NO vegetales

Sin embargo, pese al rechazo que pueda existir, es necesario enseñarles la importancia del consumo de vegetales y ayudarlos a forjar un régimen alimenticio saludable: hay que estimular de forma creativa, el consumo diario de vegetales.

 

La alimentación, la salud, el crecimiento y desarrollo son de los aspectos que más preocupan a los padres respecto a sus hijos y en torno a ellos se generan un gran montón de inquietudes. Consulta siempre al respecto. No te quedes con la duda !

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