En estos días que viajé por motivos de una actividad deportiva, quedé sorprendida del consumo excesivo de chucherias (galletas, productos ultraprocesados, bebidas azucaradas) por niños y adultos a la hora de la merienda, por lo que ya que estamos por empezar las clases presenciales, debemos pensar de nuevo en la merienda escolar. Sin mencionar que retornar a clases en pandemia, es un desafío de organización y ajuste para las familias en varios aspectos.
Las meriendas deben estar ajustadas a la edad, peso y talla del niño. La elección dependerá del gusto y actividad que realicen tus hijos. No obstante, las meriendas escolares deben ser:
-simples,
-rápidas,
-constituir pequeñas porciones ya que un error frecuente es enviar meriendas con porciones de adultos. NO debe ser excesiva,
– bien combinadas, de forma tal que sean nutritivas y fáciles de digerir (la mayoría de las veces incluyen frutas, carbohidratos, leche o proteínas) y,

Los niños deben merendar en forma saludable y nutritiva, combinando grupos de alimentos en la forma más adecuada.
-sobre todo estar hechas con los alimentos más naturales posibles.
La merienda escolar es necesaria porque en la medida que pasa la jornada escolar, el niño necesita reponer la energía que consume y garantizar de esta manera que el cerebro pueda mantener la atención y seguir aprendiendo así como evita que lleguen con demasiado apetito a la siguiente comida (almuerzo o cena). Debe cubrir de 10 a 15% de las necesidades nutricionales de las niñas y niños.

ALGUNAS IDEAS
- Fruta fresca entera o troceada (manzana, cambur, durazno, ciruela, naranja, mandarina) combinada con frutos secos o chocolate con un mínimo 70% de cacao.
- Galletas caseras o repostería hecha en casa con ingredientes saludables como galletas de avena o integrales, muffins o ponquecitos de cambur/calabacín/zanahoria (evitar todas aquellas galletas con rellenos cremosos).
- Yogur natural con trocitos de fruta natural o frutos secos, como dátiles, orejones, ciruelas, pasas, frutos rojos, quinoa hinchada o cereales integrales.
- Sandwich de pan integral con queso blanco, pavo, tomate; o bien de atún, sardinas o tortilla o incluso de mantequilla de maní + cambur. Hay quienes preferirán las tostadas o los wraps.
- Palitos de zanahoria o celery con crema de avellanas natural o cualquier fruto seco que le guste y una manzana
- Palitos de queso + pasitas
- Sandwich integral de hummus o crema de chocolate y avellanas casera.
- Barritas de cereal acompañado de leche o yogurt + pasitas
- Smoothies de fruta fresca con leche, bebida vegetal o yogur natural.
- Torticas de cerales como arroz o maíz, pero también de quínoa, amaranto o con sésamo. Sobre ellas se pueden extender pates, salsas, mermeladas o chocolate.
- y siempre, agua en su propia botella
En tiempos de Covid19, es además necesario recordar la importancia de la educación nutricional hacia los más pequeños, de forma tal que sean capaces de ser más cuidadosos. Debemos recordar aspectos tan sencillos como:
Antes de comer. Lo primero es el lavado adecuado de manos
La merienda debe venir de casa y ser saludable. Es mejor que comprarla por el camino. Cuando la merienda sale de casa, nos aseguramos que esté adecuadamente limpia, ya sea el envase, envoltorio o recipiente que la contenga. Esto vale para bebidas y para comidas. Si la compramos por el camino, va a ser más difícil higienizar adecuadamente y luego el niño toca, se lleva a la boca y se aumenta el riesgo.
Enviar en un recipiente de fácil manipulación y apertura. Así se evita que maestros, encargados o los propios compañeros manipulen la merienda de otros queriendo ayudar. Que sean recipientes fáciles de manipular y practicar para que los más chicos los dominen. Así mismo es conveniente que todo aquello que se pueda enviar en trozos, se haga de esta manera y se incluyan cubiertos o palitos para su manipulación o se envíen envueltos en servilletas para disminuir la manipulación con las manos.
Siempre incluir su propia botella o termo reusable para minimizar los riesgos de compartir y evitar llevarse la mano a la boca en cada bocado.
Recordarles que se protejan y cuiden a los demás, y en el momento de la alimentación que no compartan cubiertos, comidas o bebidas con los compañeros.
La preparación de la merienda escolar es una maravillosa oportunidad para que las niñas y niños participen y aprendan a seleccionar de los alimentos que contribuyen a su bienestar tanto físico y mental y para poder adoptar hábitos alimentarios saludables desde la infancia, evitando la comida chatarra, los alimentos fritos y las bebidas con alto contenido de azúcar.
Gran parte de los hábitos que van a acompañarnos durante nuestra vida se desarrollan cuando somos niños. Por eso, es muy importante que los padres ayuden a generar buenas pautas alimenticias que favorezcan la salud general de los hijos en su infancia y el resto de las etapas de su vida!
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Gracias Yessica ! Tus publicaciones son igual de interesantes y entretenidas…ya te sigo 😉
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