Habías oído de la Neofobia? Se refiere al miedo a probar alimentos nuevos o desconocidos, sea por su color, su olor, su textura o porque recuerda experiencias desagradables. Se le considera una de las principales causas de inapetencia en la edad pediátrica. Es más común en la edad preescolar (de 2 a 6 años), aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida.
Si recuerdan, cuando escribí sobre Preferencias Alimentarias, las papilas gustativas nos predisponen por los sabores dulces y nos tienden a mantener alejados de lo amargo, lo agrio o lo ácido como un mecanismo protector o de supervivencia frente a potenciales amenazas, por lo que éste miedo se produce en mayor medida hacia los vegetales, verduras, pescado e incluso frutas, lo que puede suponer un riesgo nutricional para al niño al privarle de una serie de alimentos saludables. Puede influir también la monotonía de la dieta y el consumo de dietas simples y repetidas, situación en la cual, los padres podemos jugar un rol muy importante. Si bien puede haber un componente genético, los padres moldeamos muchas de las preferencias y rechazos de los niños hacia los alimentos.
CÓMO DIFERENCIAR AL NEÓFOBO DEL SELECTIVO POR CAPRICHO?
El caprichoso (picky/fuzzy eating en inglés) es un niño que consume una dieta poco variada y que rechaza alimentos ya conocidos al igual que los nuevos. En ciertas situaciones, la neofobia se constituye parte de un verdadero trastorno alimentario que puede llegar a persistir toda la vida y que provoca en el niño ansiedad o repulsión (Trastornos de ingesta de alimentos por evitación/restricción o ARFID según sus siglas en inglés). En la mayoría de los casos, aún y cuando es un problema real y bastante frecuente, suele desaparecer por sí sola con la edad.
QUÉ PODEMOS HACER ?
- Propiciar que el niño se familiarice con el alimento y deje a un lado la visión negativa que de él tiene.
- Integrar al niño en el proceso de compra, preparación y presentación del alimento a la mesa.
- Ofrecer el alimento en pequeñas cantidades.
- Enseñar con el ejemplo.
- NUNCA obligar a comer a la fuerza. En la medida que los niños comienzan a decir «no», los padres comienzan a presionar y desesperarse usando recursos poco apropiados que estimulan aún más el círculo vicioso del rechazo hacia el alimento.
- Presentar varias veces y en distintas formas el alimento; aceptar un nuevo
alimento, implica exponerlo a él repetidamente (hasta 15 veces o más). El número de exposiciones a comidas nuevas ejerce predominio en los gustos y las aversiones del niño, al igual que el contexto social y los refuerzos positivos o negativos luego de consumir cierto tipo de comidas.
- Dado que la neofobia suele aparecer a partir de los 2 años, es importante que los niños sean incorporados a una dieta variada y equilibrada desde el inicio de la alimentación complementaria (6 meses).
- Es importante que toda mujer embarazada consuma variedad de alimentos durante este período, así como durante la lactancia, a fin de que el bebé se exponga desde temprano a diferentes sabores.
Siempre que exista alguna dificultad en la alimentación, es necesario realizar una historia clínica y un examen físico completos y una breve evaluación de la dieta, poniendo especial atención a señales como síntomas, signos médicos y conductuales que requieren atención inmediatas o que deban ser derivadas para mayor investigación/tratamiento especializado.
QUé PODEMOS CONCLUIR ?
Los datos indican que los niños más neofóbicos comen menos fruta y verduras, más grasa y dietas menos variadas que sus compañeros, lo que los pone en mayor riesgo nutricional frente a aquellos que consumen dietas variadas.
Las dificultades en la alimentación son frecuentes en la infancia, y por lo general corresponden a dificultades leves o a una percepción alterada de los padres o cuidadores.
En ausencia de signos de alarma, es importante tranquilizarnos como padres. Es necesario que siempre sigas los consejos de tú médico y que nos eduquemos respecto a comportamientos alimentarios normales durante la edad infantil.
REFERENCIAS
-Tanja VE. (2018). Food Neophobia: Behavioral and Biological influences. (287-303). Disponible en:
-Edurne M, Maganto C y Balluerka N. (2014). Neofobia y otros trastornos restrictivos alimentarios en la infancia y consumo
de frutas y verduras: revisión. Rev Esp Nutr Comunitaria; 20(4):150-157. Disponible en:
-Dovey et al. (2008). Food neophobia and ‘picky/fussy’ eating in children: A review. Appetite 50 (181–193). Disponible en: file:///C:/Users/Eduardo/Downloads/Doveyetal2008.pdf
-Gempeler J et al. (2008). Aversión a los alimentos en la infancia: ¿fobia, obsesión o trastornos del comportamiento alimentario no especificado?. Rev. Colomb. Psiquiat; 37(3): 355- Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/rcp/v37n3/v37n3a06.pdf