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Alimentación durante la diarrea aguda

En los últimos días en la consulta, la diarrea se ha convertido en un motivo frecuente de visita y las interrogantes sobre que ofrecer o no ofrecer, son muy comunes. El manejo nutricional es un aspecto importante del tratamiento del niño con diarrea aguda. Sin embargo, es importante partir del hecho que de acuerdo con la OMS, la diarrea aguda se define por la presencia de 3 o más evacuaciones de heces líquidas o sueltas con una duración máxima de 14 días.

Actualmente se recomienda la alimentación temprana en el manejo de la diarrea nina-enferma-come-paguda a fin de evitar los riesgos de desnutrición. Se ha demostrado que la alimentación habitual previa, unida a la terapia de rehidratación oral son elementos esenciales en el manejo de los niños con diarrea aguda, evidenciándose además que:

  • Disminuye el déficit de proteína y energía, lo que evita el catabolismo y la eventual desnutrición.
  • Estimula la función intestinal y permite el mantenimiento de las enzimas digestivas.
  • Ejerce un efecto trófico sobre la mucosa del intestino delgado.
  • Reduce las pérdidas fecales.
  • Disminuye la hipotrofia funcional y anatómica asociada con el «reposo del intestino».
  • Disminuye los riesgos de intolerancia a la lactosa o alergias a la proteína de leche de vaca.
  • Acorta la duración del proceso diarreico.
  • Favorece la posterior recuperación del peso.

No obstante siempre deberá realizarse en forma gradual, oportuna y adecuada a fin de ofrecer el aporte necesario de calorías, proteínas, grasas y carbohidratos. Las recomendaciones dietéticas a su vez pueden variar según la edad, género, tolerancia oral, antecedentes patológicos, signos de déficit nutricional, entre otros, sin dejar a un lado las posibles preferencias alimentarias de cada paciente y las condiciones socioeconómicas de cada grupo familiar.

Adicionalmente, es importante informar bien a los padres, que durante el proceso pueden aumentar el número y volumen de las evacuaciones, lo cual no significa que exista intolerancia a la dieta o malabsorción.

Se recomiendan:

  1. Alimentos absorbentes o astringentes que contienen polisacáridos con propiedades coloidales como pectina y dextrina que disminuyen número de evacuaciones y aumentan su consistencia. La pectina se encuentra en la mayoría de los vegetales, esdieta-diarrea digerida completamente en el colon, menos del 5% es indigerible y recobrada en la evacuación; se consigue en alimentos como guayaba, manzana, pera, durazno, zanahoria y plátano. Las dextrinas por su parte, se encuentran en alimentos como arroz, plátano, papa, yuca y ñame.
  2. Evitar el consumo de alimentos ricos en fibra insoluble (espinaca, acelga, remolacha, entre otros) .
  3. Consumir fuentes proteicas de alto valor biológico e hipoalergénica, obtenidas de las carnes blancas de aves (pollo) o carnes magras.
  4. Administrar los vegetales y frutas en sopas espesas, puré, jugos o compotas naturales, y fortificarlos con harina de maíz o arroz sin agregado de azúcar.

Durante la enfermedad aguda no está indicado suprimir la lactosa. Si persiste la diarrea y se evidencia intolerancia a lactosa, el tratamiento consiste en eliminar los alimentos que la contengan por 2 semanas y reintroducirlos en forma gradual. El riesgo de la dietas sin lactosa es la reducción del aporte de calcio.

Se debe garantizar una ingesta adecuada de grasas. La selección de grasas de origen vegetal es fundamental y siempre es bien tolerada (aceite de maíz, canola y/u oliva). Sin embargo, deben evitarse alimentos con alto contenido de grasa como cremas, grasa visible de las carnes, piel de animales, vísceras y salsas, entre otros, y no usar grasas en forma excesiva en la preparación de los alimentos, es decir evitar freír, rebosar y empanizar.

Otros alimentos recomendados son los ricos en carotenos (auyama, zanahoria, entre otros) y el yogurt, que ha demostrado utilidad en la intervención nutriyogur-colorcional de la diarrea aguda, debido a su escaso contenido de lactosa y aporte de probióticos. Así mismo, existen alimentos que además de probióticos, aportan prebióticos, es decir, ingredientes alimentarios no digeribles, en especial carbohidratos, cuya fermentación bacteriana en el colon favorece el crecimiento selectivo y/ actividad de un número limitado de bacterias, principalmente bifidobacterias y lactobacilos, en detrimento del crecimiento de patógenos en la flora colónica. Los prebióticos se ingieren a través de alimentos naturales como trigo, cebolla, ajo, ajoporro, plátano y miel o incorporados a alimentos como bebidas, pasteles y cereales y fórmulas infantiles; los más usados son los Galacto-OligoSacáridos (GOS) y Fructo-OligoSacáridos (FOS).

En los lactantes menores de 6 meses:

El niño debe continuar con lactancia materna, recibiéndola en fwoman-breastfeeding-babyorma más frecuente, a libre demanda, debido a las ventajas que tiene la leche humana. Si no recibe lactancia materna, continuar ingiriendo su fórmula usual, en forma más frecuente y en la cantidad que tolere. Si el niño es muy pequeño, intentar re-lactar. NO se requiere dilución de la fórmula láctea ni el uso de fórmulas especiales (soya o con proteína extensamente hidrolizada). No hay evidencia de que puedan mejorar la evolución del proceso diarreico y no evitan el desarrollo de hipersensibilidad y alergia alimentaria

En niños mayores de 6 meses:

Si el niño es aprobioticos-formulas-infantilesmamantado, continuar con lactancia materna, aumentando la frecuencia  y seguir con alimentación complementaria habitual. Las fórmulas deben ser suministradas a
dilución normal para evitar el bajo aporte calórico y de nutrientes, preferiblemente mezcladas con cereales (arroz) por sus propiedades absorbentes y astringentes. Ofrecer alimentos en poca cantidad y de forma frecuente.

Alimentos NO recomendados:

Alimentos con alto contenido en azúcares y sodio (refrescos, bebidas energizantes o deportivas, infusiones, jugos envasados y caldos de pollo sintéticos) que pueden empeorar la diarrea por su efecto osmótico y facilitar desequilibrios hidroelectrolíticos. El té es una bebida de bajo contenido de sodio, pero contribuye a la depleción de potasio. Las gelatinas utilizadas tradicionalmente tienen bajo valor calórico y poco aporte proteico, por lo tanto su uso no brinda valor nutricional y sustituye alimentos más nutritivos. .

REFERENCIAS

-Figueroa O, et al. (2014). Alimentación del paciente con diarrea aguda. Arch Venez Puer Ped;77 (1): 41-47.

– Machado L, et al. (2010). Alimentación del paciente con diarrea aguda. Arch Venez Puer Ped; 73(1): 35-41.

-Dini E y Montilla M. (2009). Dietoterapia en la diarrea aguda. En: Henríquez G y Dini E (Eds). Nutrición en Pediatría. Caracas: Empresas Polar: CANIA.

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