Como parte de una dieta variada y equilibrada es importante saber que podemos ofrecer como bebida «sana» a los más pequeños. Aprender a tomar agua, forma parte de los hábitos de vida saludables que los niños deben incorporar a su rutina diaria.
Nada como el agua !
El agua es la mejor bebida natural en todas las edades de la vida. Nuestro organismo requiere de agua para funcionar con normalidad ya que representa dos tercios del peso de un ser humano.
Desde el momento en que el bebé comienza a consumir algo más que leche materna, hay que ofrecerle agua pura y alentarlo a que la tome cada vez que tiene sed para crear el hábito. Se puede tomar con las comidas y entre comidas,…no hay un mejor momento. No tiene calorías y no hará que el niño se sienta tan lleno como para rechazar la comida. No hay una cantidad mágica o fija de agua que los niños necesiten beber cada día, aunque en general se recomiendan de 6 a 8 vasos de agua al día.
Es fundamental facilitarles el acceso al agua,… que siempre haya disponible ! El agua es la opción más sana y refrescante a cualquier edad.
Leche, la clásica de todos los tiempos !
Además de hidratar, 1 vaso o taza de leche contiene unos 300 mg de calcio, además de ser una fuente proteica y de vitaminas.
Las recomendaciones actuales de ingesta diaria de leche o equivalentes lácteos son:
- Durante los 2 primeros años: lactancia materna a libre demanda y/o fórmula según indicación médica.
- Entre 2 a 3 años: 2 vasos (480 ml o 16 oz) cada día.
- Entre 4 a 8 años: 2 ½ vasos (600 mililitros o 20 oz) cada día.
- Entre 9 a 18 años: 3 vasos (720 mililitros o 24 oz) cada día.
Después de los 2 años, los lácteos descremados o semidescremados (1%) son una muy buena opción; NO antes porque las grasas se necesitan para el desarrollo cerebral.
Y en caso que el sabor de la leche no le guste al niño, se puede probar añadirle un toque de sabor, por ejemplo, a chocolate o a fresa. Ese punto de sabor puede cambiar mucho las cosas y no añadirá a la bebida una cantidad importante de azúcar.
Bueno el jugo pero no tanto !
Si a su hijo le gustan los jugos, asegúrese de servirle jugos de frutas naturales al 100%, ya que de esta forma aportan casi todos sus nutrientes y vitaminas, excepto la fibra. Asimismo, siga las siguientes recomendaciones:
- hasta los 6 meses de edad: nada de jugos
- de 6 a 12 meses: no más de 120 ml (4 onzas) al día
- de 1 a 6 años: de 120 a 180 ml (de 4 a 6 onzas) de jugo al día
- de 7 a18 años: de 240 a 360 ml (de 8 a 12 onzas) de jugo al día
En el caso de los jugos envasados, estos son fabricados a base de agua y concentrado de frutas (no son jugos 100% naturales). Sin embargo:
- Contienen mucha cantidad de azúcares (24 g/ 200 ml). Esto hace que aumente el riesgo de desarrollar caries dental y también contribuyen a ganar peso en exceso.
- No sustituyen a la fruta aunque se hagan con jugo: faltan la mayoría de las vitaminas y la fibra.
- Tras tomar un jugo, sube el azúcar en la sangre y por tanto disminuye el apetito. Eso aumenta el riesgo de que los niños coman menos de otros alimentos que son más necesarios para su crecimiento.
- A muchos niños les producen molestias abdominales y diarrea, debido a algunos de los azúcares o edulcorantes que contienen (el sorbitol sobre todo).
- Su consumo diario parece estar asociado al aumento de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 al cabo de los años.
- Aunque algunos contienen leche, es muy poca cantidad (10%). Los padres deben saber que el pequeño beneficio de esos 33 ml de leche del envase de 300 no compensa la gran cantidad de azúcares que llevan.
No a los refrescos !
Los refrescos se sirven a menudo a los niños, pero carecen de valor nutritivo y pueden o no, contener cantidades elevadas de azúcar (36 g/370 ml). Algunos tienen gas. Beber refrescos y otras bebidas azucaradas se asocia al desarrollo de caries. Entre sus aditivos, se encuentra el ácido fosfórico que sirve para conservar la bebida por más tiempo, pero que puede tener un efecto nocivo en el organismo, entre otras cosas porque favorece la desmineralización de huesos y dientes. Los refrescos de cola y otras bebidas azucaradas suelen contener cafeína, una sustancia que los niños no necesitan. Asimismo, pueden sustituir a la leche, que es rica en calcio.
Lo ideal es no ofrecerlos a bebés, lactantes ni a niños de preescolar. Con los niños mayores, hágales saber que se trata de una bebida para tomar de vez en cuando; sin prohibirlas, ya que por lo general, los convertiríamos en algo todavía más seductor y llamativo para el niño.
Y que hay del café o té?
NO son recomendadas para niños, sobre todo los más pequeños. Ninguno es una fuente importante de ningún nutriente que favorezca el crecimiento y desarrollo.
– Contienen sustancias que disminuyen el aprovechamiento del hierro, porque bloquean la absorción en el intestino (taninos y polifenoles).
– Contienen sustancias estimulantes y excitadoras del sistema nervioso (xantinas, como la cafeína o la teína).
– Suelen ser irritantes del estómago.
Aunque no existe un consumo mínimo recomendado de cafeina para los niños, se menciona que no debe superar los 45 mg/día (equivalente al contenido de 1 lata de refresco).
En resumen, si comparamos las calorías y la cantidad de azúcar que contienen distintos tipos de bebidas. Sin duda alguna, el AGUA es la mejor opción !
BEBIDA | CANTIDAD | calorías | azúcar |
Agua | 240 ml (8 oz) | 0 | 0 g |
Leche semidescremada | 240 ml (8 oz) | 100 | 11 g |
Jugo de naranja natural al 100% | 240 ml (8 oz) | 110 | 22 g |
Jugos envasados de frutas | 240 ml (8 oz) | 150 | 38 g |
Bebida en polvo (con azúcar añadido) | 240 ml (8 oz) | 90 | 24 g |
Refresco | 240 ml (8 oz) | 100 | 27 g |