Quizás muchos saben que me encanta realizar ejercicio y que soy feliz nadando. Mis hijos se dividen entre el fútbol y la natación y ya hacer ejercicio es parte de nuestra vida. Cada día es más la evidencia de la importancia de llevar un estilo de vida saludable y, por supuesto, no hay vida saludable sino realizamos ejercicio.

Pero más allá de ello, es increíble el hecho de saber que el cerebro también necesita ejercicio: «el ejercicio es una actividad tanto cognitiva como física». Sin embargo, la evidente falta de actividad física entre los niños es especialmente preocupante a la luz de la evidencia existente sobre los efectos beneficiosos de la actividad física en el desarrollo del cerebro.

El cuerpo humano necesita la actividad física para mantener una serie de funciones básicas. Mover el cuerpo mientras se hace ejercicio requiere de una activación cerebral generalizada, aparte de coordinar el movimiento de los músculos implicados en el movimiento que se realice, el cerebro coordina las funciones corporales necesarias para que los músculos funcionen correctamente, aumenta el flujo sanguíneo, el consumo de glucosa, la respiración el ritmo cardíaco, la capacidad del sistema sensorial, etc.
La adquisición de este hábito desde la infancia contribuirá al mejor cerebro del funcionamiento en la edad adulta.

Razones por las cuales el cerebro necesita ejercicio:

• estimula la NEUROGÉNESIS: el ejercicio estimula la producción de diversos neurotróficos y factores de crecimiento como el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro) que promueven tanto el crecimiento como la supervivencia de las neuronas nacientes así como favorece la formación de nuevas conexiones neuronales y fortalece las ya existentes. Así mismo, el ejercicio estimula la NEUROPLASTICIDAD, la cual de por sí es mayor en la infancia y que resulta fundamental para el aprendizaje.
• aumenta la estructura, es decir, el tamaño y la conectividad de las áreas clave del cerebro, incluido el HIPOCAMPO, lo que mejora el rendimiento en tareas relacionadas con la memoria y las funciones cognitivas en general. Se sabe además que en respuesta al ejercicio, se produce IRISINA una hormona cuyo efecto principal es a nivel del tejido muscular, pero que también se produce en el hipocampo, protegiéndolo de posibles daños.
• estimula la ANGIOGÉNESIS y mejora el flujo sanguíneo cerebral lo que proporciona un mayor suministro de oxígeno y nutrientes a las células cerebrales. Con el ejercicio se estimula la producción de VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular) , una proteína que promueve la salud de los vasos sanguíneos.
• mejora el METABOLISMO CEREBRAL y el aprovechamiento de glucosa.
• estimula la NEUROPROTECCIÓN y aumentar la reserva cognitiva ayudando a la prevención de enfermedades neurodegenerativas como demencia o Alzheimer.
• genera regulación positiva de NEUROTRANSMISORES que facilitan los procesos cognitivos como la epinefrina, dopamina y serotonina, las cuales adicionalmente están asociadas con un estado de ánimo positivo.
• aumenta la producción de opioides endógenos como las endorfinas generarando de este modo bienestar, satisfacción y un mejor procesamiento emocional.

Cuánto ejercicio se recomienda?

Las recomendaciones de la OMS sugieren que las personas adultas mayores de 18 años deben realizar ejercicio aeróbico durante al menos 150 minutos a la semana a una intensidad moderada o al menos 75 minutos a la semana a una intensidad vigorosa (o una combinación equivalente de los dos). En el caso de los niños y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física aeróbica de intensidad moderada a vigorosa y, al menos tres días a la semana, recomienda realizar actividades aeróbicas de intensidad vigorosa y actividades de fortalecimiento muscular y óseo.

Se piensa que los beneficios de la actividad física en el cerebro tienen efectos más duraderos en la infancia en comparación con la edad adulta, lo que sugiere que la actividad física en la infancia también contribuye al funcionamiento del cerebro en la vida adulta.

Queda mucho por descubrir, pero mientras,… empecemos a hacer ejercicio !

REFERENCIAS

Barrios L, López M. (2011). Aportes del ejercicio físico a la actividad cerebral. Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 160, Septiembre. Disponible en: http://www.efdeportes.com/efd160/aportes-del-ejercicio-fisico-a-la-actividad-cerebral.htm

Raichlen D, Gene E. A. (2020). Por qué el cerebro necesita ejercicio? Disponible en: https://www.intramed.net/content/95287

Vaquerizo E. (2022). Los efectos neurofisiológicos de la actividad física en los niños: una revisión sistemática. Disponible en: https://revistas.uma.es/index.php/riccafd/article/view/14533/16217#:~:text=Se%20ha%20demostrado%20que%20la,neurog%C3%A9nesis%20(13%2C14).