En ocasiones la madre que amamanta está tan agobiada con los tabúes y obligaciones concernientes a su alimentación, que la lactancia puede tornarse complicada. Desafortunadamente, la mayoría de las veces esas supuestas reglas no están realmente justificadas. La lactancia es una etapa normal en la vida reproductiva de una mujer, durante la cual, como en todas las otras etapas de su vida, su dieta debe ser sana, variada y equilibrada, por lo que no deberían existir alimentos prohibidos. La mujer que lacta puede comer en general «lo que quiera», aunque debe atender a algunas recomendaciones:
Alimentos que alteran el sabor de la leche 
Existen alimentos de sabor intenso como el ajo, los espárragos, los cítricos, los picantes, la pimienta o la cebolla que pueden alterar el sabor de la leche materna. Ello no necesariamente implica que el bebé rechazará la leche. Lo importante, es observar si existen cambios en el comportamiento del bebé y, de comprobarse en repetidas ocasiones que el niño está incómodo, eliminar dicho alimento de la dieta materna. No a todos los niños les molesta el cambio de sabor. Al contrario. Otra de las ventajas de la leche materna frente a la artificial es que ella varía su sabor en función de lo que ingiera la madre, y esto le servirá al pequeño de aprendizaje para, más adelante, probar nuevos alimentos y desarrollar su sentido del gusto.
Alimentos que causan flatulencia
Es muy común oír que alimentos como los granos, brócoli, coliflor, leche, chocolate, entre otros, sean eliminados de la dieta materna pensando que son causales de cólicos y gases en el bebé. Científicamente se señala que «ningún alimento consumido por la madre provoca gas en la leche o en el niño». La explicación es sencilla: los gases que pueden producir estos alimentos se originan a partir de la digestión en el intestino materno, por tanto, no es posible que se transmitan a la leche que beberá el bebé. No obstante, aunque científicamente no debiera ocurrir, en la práctica, sí. Lo importante es identificar el alimento que causa discomfort en el bebé y eliminarlo.
Alimentos que pueden causar alergia
Aunque se puede y se aconseja comer de todo en este periodo, también se sabe que algunos alimentos que toma la madre pueden provocar reacciones alérgicas en los lactantes (2 a 3%), sin embargo, NO se deben excluir sin razón médica o sin antecedentes familiares de historia de alergia. Lo más importante es observar al bebé e identificar si sufre alguna reacción posterior al consumo de algunos de los alimentos considerados como potenciales alergenos. Ante la sospecha, se debe eliminar y observar si el bebé mejora.
La AAP y la AAAI coinciden en que la eliminación de alimentos potencialmente alergenos durante el período de embarazo y lactancia, NO representa ningún beneficio en la prevención de alergias alimentarias, muy particularmente en el caso de leche y huevos. No así, una vez que el bebé ha desarrollado la alergia.
Los alimentos que con mayor frecuencia se asocian a alergia son:
- LECHE: la madre que amamanta debe tener un consumo habitual de leche. Solo se aconseja su eliminación si se detectan en el niño síntomas de alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV). Aunque, la incidencia de esta alergia en lactantes alimentados solo con leche materna es mínima: un 0,5%. El motivo es que la cantidad de esta proteína en la leche materna «es 100.000 veces menor que en la leche bovina.
- HUEVO: es una excelente fuente de proteínas y su consumo durante el período de lactancia es seguro. Eso sí, nunca debe consumirse crudo.
- TRIGO Y MAÍZ
- MANÍ
- MARISCOS Y PRODUCTOS DEL MAR
Alimentos que pueden representar un riesgo 
En este caso me refiero al pescado. Es importante comer pescado, teniendo cuidado con ciertos tipos debido a su alto contenido de mercurio. El mercurio en cantidades importantes actúa como una neurotoxina que puede afectar el desarrollo del sistema nervioso. La Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos y el Departamento Estadounidense de Agricultura, recomiendan no comer cuatro tipos específicos de pescado que contienen altos niveles de mercurio: tiburón, pez espada, caballa y blanquillo. El atún enlatado blanco suele tener niveles de contaminantes más altos que otros tipos de atún enlatado (se recomienda no comer más de 170 g/semana). Otros expertos incluyen los filetes de atún (frescos y congelados), pez emperador, caballa, aguja y mero porque estos peces están en el nivel más alto de la cadena alimenticia y contienen los niveles de mercurio más altos.
NO es necesario para una mujer que amamanta tener una alimentación particular. La alimentación de la madre lactante no es ni compleja ni costosa. No necesita largas y complicadas preparaciones, ni implica la renuncia a los alimentos preferidos o a los que se consiguen en el mercado cercano, ni deberia imponer el consumo de ciertos alimentos porque se consideran obligatorios.
REFERENCIAS
-Medina D. Alimentacion de la madre que amamanta. En: Henriquez G y Rached I. Nutricion en el Embarazo. CANIA: Empresas Polar
-Liga Internacional de la Leche. La alimentación de la madre que amamanta. Disponible en: http://www.llli.org/lang/espanol/ncvol18_2_06a.html
-AAAAI. Preventing Allergies. Disponible en: http://www.aaaai.org/aaaai/media/medialibrary/pdf%20documents/libraries/preventing-allergies-15.pdf