La programación metabólica se refiere a todos los cambios y/o estímulos que ocurren dentro de cierto período de la vida que resulta ser crítico o sensible, los cuales pueden ejercer un efecto a largo plazo en la salud del bebé.
Existen 3 momentos críticos para la programación metabólica, que abarcan los muy nombrados 1000 primeros días de vida:
- La etapa intrauterina, es decir durante el embarazo, período durante el cual se habla de «programación fetal».
- Las primeras 4 a 6 semanas de vida, que representan el período de lactancia y, el inicio de la «programación nutricional» y,
- Durante la alimentación complementaria, que se extiende hasta el segundo año de vida.
La programación fetal o in útero, se refiere a las adaptaciones fisiológicas o metabólicas que adquiere el feto en respuesta a un microambiente adverso con un pobre aporte de nutrimentos y oxígeno, o bien a un abastecimiento exagerado de los mismos que suceden en una etapa crítica del desarrollo estructural o funcional de ciertos órganos, y que influyen de manera permanente en las condiciones en las que el individuo se enfrentará a la vida extrauterina; tal es el caso de los niños con peso bajo y alto al nacer. La preeclampsia, insuficiencia placentaria, diabetes gestacional, hipertensión materna y sobrealimentación de la madre en el embarazo son factores de riesgo relacionados con el desarrollo de resistencia a la insulina, obesidad y diabetes mellitus en la vida postnatal (hipótesis del origen fetal de la enfermedad).
En cuanto a la programación nutricional, es reconocido que un crecimiento rápido y una sobrealimentación en etapas tempranas de la vida favorecen el desarrollo de obesidad en forma independiente al peso manifestado al nacer. De allí que la lactancia materna y la alimentación complementaria, jueguen un rol vital en el futuro metabólico de los más pequeños.
La alimentación forma parte de estos estímulos que, de no ser adecuada en un momento crítico, como la etapa neonatal y la lactancia, puede tener consecuencias a largo plazo y programar el metabolismo de la vida adulta, predisponiendo al desarrollo de sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas (hipertensión arterial, arterioesclerosis, diabetes, hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia, síndrome metabólico…).
Por esto, es importante tomar en cuenta lo siguiente:
- La sobrealimentación materna influye de manera negativa en la composición corporal del feto y predispone al desarrollo de complicaciones relacionadas con obesidad, de allí la importancia de una dieta equilibrada durante el embarazo y un control apropiado de la ganancia de peso durante el mismo.
- Ofrecer lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida.
- No iniciar la alimentación complementaria antes de la semana 17 (4 meses) ni después de la semana 26 de vida (6 meses).
- No forzar la introducción de alimentos, ya que se ha sugerido que los pacientes requieren de 10 a 15 exposiciones a un alimento para aceptarlo. En caso de rechazo a un alimento, se puede intentar nuevamente su introducción una a dos semanas después.
- Introducir
1 alimento a la vez y vigilar si se presentan reacciones por varios días.
- Iniciar la alimentación complementaria con pequeñas porciones de una a dos cucharadas una vez al día, e incrementar gradualmente a dos a cuatro cucharadas. De
los cuatro a los seis meses, iniciar alimentación una vez al día e incrementar gradualmente a 3 comidas principales y 2 meriendas por día. Permitir que los niños regulen lo que quieren comer. - Se recomienda evitar o retardar la introducción de potenciales alergénos como pescado y huevo hasta los 9 ó 12 meses.
- No introducir leche de vaca antes de los 12 meses de edad.
- La leche no deberá de ser la principal bebida después de los 12 meses de edad.
- Ofrecer la leche sin suplementos, evitando mezclarla con chocolate, vainilla, avena, etc.
- Introducir alimentos ricos en proteínas como carne, pollo, pescado, huevo, queso, granos, según lo recomiende el especialista, ya que un exceso o deficiencia de proteínas durante esta etapa está relacionado con el aumento en la probabilidad de desarrollar sobrepeso y obesidad. La leche materna contiene la cantidad justa de proteínas para que, en conjunto con una alimentación complementaria balanceada, tu pequeño reciba justo lo que necesita.
- No se recomiendan las dietas vegetarianas en el primer año de vida.
- Preferir los alimentos naturales sobre los industrializados y de alto contenido calórico (jugos pasteurizados, dulces, helados,…).
- Limitar el consumo de jugo
de frutas a cuatro a seis onzas al día, y no antes de los 6 meses de edad, evitando ofrecerlos en tetero para evitar el consumo excesivo. Fomentar el consumo de agua natural al inicio de la alimentación complementaria, aproximadamente de 4 a 8 onzas por día.
- Limitar el consumo de sal y azúcar, particularmente durante el primer año de vida, ya que este es el momento perfecto para educar a los pequeños a comer en forma saludable. Evitar el consumo de endulzantes.
- Al final del primer año de vida, ya el lactante debe recibir una dieta balanceada con 55 a 60% de carbohidratos, 15 a 20% proteínas y 20 a 25% grasas.
- Evitar el consumo de cafeína.
Las prácticas de alimentación complementaria tienden a influir sobre los desenlaces de salud ulteriores mediante diversos mecanismos que incluyen efectos de programación, pero también por sus efectos duraderos sobre las preferencias alimenticias, el apetito y la conducta alimentaria. Aunque hay un claro componente genético en los aspectos del gusto, las preferencias de sabor y el apetito, los padres y cuidadores pueden modificar las influencias ambientales.
De este modo como objetivos de la alimentación durante el embarazo y dos primeros años de vida debemos:
- Ofrecer una alimentación óptima durante el embarazo a fin de garantizar un buen estado nutricional materno durante la gestación y período de lactancia.
- Proporcionar energía y nutrientes para un crecimiento y desarrollo óptimo del lactante, adecuado al potencial genético y para cada etapa del desarrollo.
- Formar hábitos alimentarios adecuados.
- Prevenir enfermedades crónicas
REFERENCIAS
-Nestlé. (2016). La alimentación complementaria y la programación metabólica. Disponible en: https://www.comienzosano.nestle.com.mx/la-alimentacion-complementaria-y-la-programacion-metabolica#
-Fewtrell M. (2015). Poder de programación de la alimentación complementaria. Disponible en: https://www.nestlenutrition-institute.org/intl/es/resources/library/Free/theNest/n39/Documents/The%20Nest_vol%2039%20MX%20desplegado.pdf
-Macias-Tomei C, Herrera M, Mariño M y Useche D. (2014). Crecimiento, nutrición temprana en el niño y riesgo de obesidad. Arch Venez Puer Ped; 77(3): 144-153.
-Garibay-Nieto Y y Miranda-Lora A. (2008). Impacto de la programación fetal y la nutrición durante el primer año de vida en el desarrollo de obesidad y sus complicaciones. Bol Med Hosp Infant Mex; 65(6): 451-467. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/pdf/bmim/v65n6/v65n6a6.pdf