Que emoción !!! Ya tenemos 1 año y debemos incorporarnos poco a poco a la mesa y a la dieta familiar, estimulando a la vez el desarrollo de hábitos y conductas alimentarias saludables.
Para esta edad, es importante recordar que se reduce la velocidad de crecimiento de los primeros 12 meses de vida, por lo que lógicamente disminuye la ingesta; se modifica el apetito y suele hacerse irregular, comiendo unos días más que otros. Puede ser que los niños se vuelvan muy caprichosos e inconstantes para comer. Además, es común la «neofobia» o temor a lo nuevo, rechazando alimentos no conocidos. Sólo la preferencia por el sabor dulce y el rechazo del gusto amargo tienen una base genética y no aprendida, pero otras preferencias o rechazos dependen de las experiencias iniciales con ellos. Es mejor no hacer del momento de la comida una batalla y ofrecer una selección de alimentos sanos, sin dejar de intentar con nuevos.
Partiendo de lo anterior y de acuerdo a lo que está recomendado para esta edad, encontramos que por grupo de alimento las raciones diarias deberían ser:
Sin embargo, no hay que estresarse porque no todos los días comerán lo recomendado, lo importante es esforzarse en garantizar que reciban variedad de alimentos saludables en su dieta.
A continuación y solo como guía, les dejo un menú básico para esta edad de transición, fácilmente intercambiable:
Esta edad, es un momento para que los padres también cambien de velocidad, dejando atrás los teteros, si los usaban, y avanzando a una nueva etapa en que los niños aprenderán a comer y beber de manera más independiente y autónoma.
Su alimentación cambia y debemos cambiar con ellos.