El frenillo lingual corto, también conocido como lengua anclada, anquiloglosia o tongue tie, por su nombre en inglés, es un trastorno presente desde el nacimiento, en el cual una banda de tejido corto, grueso o tenso, une la parte inferior de la punta de la lengua a la base de la boca, pudiendo restringuir los movimiento de la lengua. Su prevalencia puede alcanzar hasta un 4,8% de los recién nacidos, siendo el sexo masculino donde se observa con mayor frecuencia.


La mayoría de los bebés presentan frenillo lingual corto al nacer, pero este se va perfeccionando con el paso del tiempo, a medida que la lengua se mueve eficazmente por la cavidad oral y favorece el correcto desarrollo del paladar, ayudándolo a descender hasta llegar a una posición óptima.
Su causa es desconocida, pero tiene origen en etapas embrionarias cuando se desarrolla la cavidad oral y los músculos hiogloso y geniogloso se separan mal. Esta situación hace que la lengua se mantenga sujeta al piso de la boca, impidiendo en diferente medida los movimientos de la lengua que permiten al bebé realizar la transferencia de leche: protrusión, elevación, peristaltismo, acanalamiento y lateralización. Todos estos movimientos son necesarios para que el bebé pueda mamar de manera placentera y eficaz y para que posteriormente, al iniciar la alimentación complementaria, pueda realizar los movimientos necesarios para ensalivar y tragar el bolo digestivo con facilidad.
Si bien es cierto, que en muchas ocasiones, los bebés con frenillo lingual corto no manifiestan ninguna dificultad para la lactancia debido al desarrollo de movimientos compensatorios que les permiten tener un agarre válido, succionar y deglutir la leche, consiguiendo así una transferencia de leche óptima, existen casos donde la presencia del frenillo lingual corto, efectivamente puede llegar a afectar a cualquiera de las partes: mamá o bebé.
CONSECUENCIAS DEL FRENILLO LINGUAL CORTO
En el bebé:
-A corto plazo
- Succión ineficaz, mala transferencia de leche y vaciamiento incompleto del pecho son características de los bebés con lengua anclada. Son lactantes que hacen ruidos al tomar (tipo chasquidos) y que succionan con las mejillas hundidas, como si sorbieran a través de un pitillo.

Agarre inadecuado del pecho y en lugar de hacer uso de la lengua, utilizar las mandíbulas o los labios para agarrar, generando dolor, irritación o sensación de mordisqueo en el pezón.
- Progresión inadecuada de peso
-A largo plazo:
- Dificultades en el habla: dislalias o trastornos de articulación fonética) en la pronunciación de las consonantes que precisan de la colocación de la lengua en el cielo del paladar como la /r/, /rr/, /l/, /t/, /d/, /n/, /s/ y /z/.
- Respiración bucal: como ya les mencioné, al nacer, todos los bebés tienen el paladar alto y cerrado, pero a medida que la lengua se mueve eficazmente en la cavidad oral, éste se va abriendo y descendiendo. Si la lengua no tiene capacidad de elevación debido a un frenillo corto, este cambio no se produce, lo que afecta a toda la estructura maxilofacial, trayendo consigo la presencia de un paladar más elevado, que reduce el diámetro de las coanas (aberturas posteriores de las fosas nasales), razón por la que los bebés con frenillo corto respiran más por la boca que por la nariz, duermen con la boca abierta y roncan durante el sueño. Los problemas respiratorios se deben a la entrada de aire a los pulmones directamente por la boca. Ese aire no es filtrado ni calentado por las fosas nasales, lo que facilita la entrada de partículas dañinas y, puede predisponer a infecciones respiratorias y procesos alérgicos. Así mismo, debido a un mal drenaje de la trompa de Eustaquio, puede presentarse otitis con mayor frecuencia.
- Alineación inadecuada de los dientes y maloclusión debido a que la estructura maxilofacial no crecerá con normalidad.
- Desgarro o lesión de la lengua por el roce con los dientes inferiores.
- Mayor frecuencia de caries debido a que se obstaculiza la limpieza de los dientes.
- Dificultades sociales: el frenillo lingual corto puede hacer más complicado acciones tan simples como comer un helado, besar, tocar un instrumento de viento o lamerse los labios.
En la madre:
-Dolor al amamantar consecuencia directa de la succión inefectiva del bebé, lo que conlleva a una excesiva presión intraoral sobre el pezón a la hora de succionar, generando en la madre, dolor y la aparición de grietas. En la medida que las dificultades se prolongan en el tiempo, las tomas se hacen más largas, generando cansancio y frustración tanto en la madre como el bebé, lo que puede conllevar a un destetete temprano.
DIAGNÓSTICO y CLASIFICACIÓN
Es netamente clínico y se realiza mediante la valoración de la movilidad de la lengua. Si se requiere una evaluación más rigurosa del frenillo lingual corto se puede usar la Herramienta de Hazelbaker, desarrollada por la doctora Alison Hazelbaker para ofrecer una evaluación cuantitativa de la anquiloglosia y poder recomendar así la necesidad, o no necesidad, de liberar la lengua mediante frenotomía.
Adicionalmente, es posible hacer uso de la escala de clasificación de los frenillo desarrollada por la Dra. Elizabeth Coryllos y Catherine Watson Genna que nos facilita el entendimiento, sin embargo, no severidad.

TRATAMIENTO
De acuerdo a la severidad del caso existe la posibilidad de considerar:
-Tratamiento conservador que implica el seguimiento pediátrico y la consejería apropiada en lactancia materna para garantizar una buena técnica durante el amamantamiento y una ganancia de peso adecuada. En niños más grandes con formas no severas, puede recomendarse la fisioterapia miofuncional, que consiste en una serie de ejercicios que ayudaran a aumentar la motilidad lingual.
Entre los ejercicios linguales se recomienda protruir y retruir la lengua, realizar movimientos laterales de derecha a izquierda, llevar la lengua hacia la cara palatina de los incisivos superiores, girar la lengua con la boca cerrada.
Cada caso es diferente y puede que en ocasiones, especialmente en niños mayores, se requiera del apoyo del terapista del lenguaje, odontopediatra u otorrinolaringólogo.
-Tratamiento quirúrgico: en función del tipo de anquiloglosia y de la edad del bebé, ésta intervención se puede realizar de forma ambulatoria por un profesional con experiencia o bien de forma quirúrgica por un cirujano, pudiendo practicarse una frenotomía o una frenuloplastia. El frenillo no tiene ninguna función específica cuando está situado fuera de la lengua por lo que seccionarlo, si es necesario, no perjudica en nada al bebé. El frenillo sublingual forma parte la mucosa oral y se halla poco vascularizado e inervado, por lo que si fuera necesario cortarlo ofrece poca resistencia, apenas sangra y no duele.

Ante esta situación, la mayoría de los bebés son capaces de alimentarse al pecho con éxito debido a la capacidad del pecho materno de variar su forma y de lograr el acoplamiento perfecto entre mamá-bebé, el niño logra aumentar de peso y la madre no tiene dolor, por lo que no hace falta ninguna intervención. Sin embargo, en otras ocasiones aparecen dificultades con la lactancia y la mejor medida es acudir de inmediato al especialista para su evaluación y seguimiento ! Siempre hay una solución !
REFERENCIAS
-Padró A. Frenillo lingual corto o anquiloglosia. Disponible en: http://albalactanciamaterna.org/lactancia/frenillo-lingual-corto-anquiloglosia/
-Miranda, Priscilla Poliseni; Cardoso, Carolina Louise; Gomes, Erissandra.Interventions in the Alteration on Lingual Frenum: Systematic Review. Int. arch. otorhinolaryngol. (Impr.); 20(3): 275-280, July-Sept. 2016.