Partiendo de la base que nos referimos a niños sanos, con un crecimiento y desarrollo, normales, esta frase tan recurrente en la consulta muchas veces tiene poco que ver con el peso o estado de salud del niño. Más bien quiere decir dos cosas:
- Que el niño no come todo lo que uno cree que debe comer. En este sentido, son los padres quienes deben ser apropiadamente educados sobre las necesidades nutricionales según edad para lograr un crecimiento saludable. Es necesario entender principios básicos de nutrición y como aplicar dichos conocimientos en forma consistente a la hora de alimentar a los más pequeños. Se trata de brindar herramientas que le permitan tener seguridad en lo que hace y cómo lo hace.
- Que el niño no come tanto como comía antes. Al notar la disminución del apetito, lo más común es preocuparse, pero es importante dejar que el niño esté sincronizado con sus ciclos internos de hambre en vez de imponerle que coma más de lo que necesita. Este cambio suele ocurrir alrededor del primer año y es producto de la disminución de la velocidad de crecimiento. Algunos niños dejan de comer a los nueve meses y otros esperan hasta el año y medio o los dos años. Durante el primer año, los bebés engordan y crecen más rápidamente que en ninguna otra época de su vida extrauterina. Muchos niños empiezan a comer más hacia los cinco o siete años, cuando aumenta su tamaño corporal. En algunos casos, existe una explicación y si enferman o se encuentran en etapa de dentición, es normal que muchos niños pierdan el apetito en forma transitoria.
HERRAMIENTAS O ESTRATEGIAS:
No obligar nunca a comer a un niño. No se debe insistir en que el niño coma a toda costa. Hay que dejar que él decida y coma la cantidad de comida que necesita para satisfacer su hambre y desarrollar de forma sana sus gustos. No hay que presentar la comida como un deber, sino como un descubrimiento, dejándole libertad también para expresar su rechazo.
- Ofrecer raciones adecuadas. Cada uno de nosotros necesita un aporte calórico distinto, razón por la que la alimentación no puede tomarse como una ciencia exacta. Es importante comprobar que las raciones son adecuadas para la edad; la cantidad de alimento que cada persona necesita es muy variable, y algunos niños comen mucho más o mucho menos que sus compañeros de la misma edad y tamaño.
- Cambiar su percepción de la cantidad de comida. Sirvamos la cantidad de comida que necesita el niño en función de su edad en el plato más grande. De este modo, percibirá que hay poca cantidad de comida dentro de su plato.
- Respetar los horarios para las comidas y meriendas. Es necesario que si el niño no
come sus alimentos a la hora de la comida, se retire el plato y luego no se le dé pensando «con tal de que coma» ni «guardar la comida para la cena». Si picotea por no haber comido, entonces a la hora de sentarse a la mesa, tampoco tendrá hambre y así sucesivamente. Un horario de comidas regular, con alimentos saludables y menos tensión, es la receta del éxito.
- Respetar el horario de sueño. Todo tiene su momento. Cuando su sueño se interrumpe, puede afectar negativamente su bienestar, estará de mal humor, irritable y falto de entusiasmo para comer.
- Crear un a
mbiente agradable. La hora de la comida debe ser agradable y necesaria para el niño. Evita que la comida esté condicionada al castigo si no concluye el plato.
- Enseñar a comer en familia. Siempre que sea posible coman en familia para que se apropie de los hábitos alimenticios de los adultos, asimilando la conducta y los modelos de la familia.
- Hacerlos partícipes de alguna responsabilidad culinaria. Fomentar su autonomía. Ayudar a poner o quitar la mesa, preparar algún alimento o, incluso, servirse la comida y, aunque se estire la hora del almuerzo, es preferible concederles cierta independencia y dejarlos comer solos.
- Fomentar la alimentación equilibrada. Permitirle escoger su menú puede influir en el éxito o en el fracaso de su alimentación. El éxito significa que el niño debe probar una variada cantidad de alimentos saludables para ir acostumbrando su paladar a distintos sabores. Aprender a comer de todo.
- Evita complacencias y exquisiteces. La hora de la comida tiene un lugar, un tiempo y un fin claro y necesario. No debe ser un premio ni castigo.
- No dar de comer a tu hijo lo que tú no te comerías. Trabaja en la presentación y variedad de las comidas.
QUE DEBEMOS EVITAR ?
- No se trata de un asunto de honor. Los padres, sobre todo las madres, suelen vivir la inapetencia como un agravio personal. Otras consideran un deber atiborrar a su hijo.
- Culpabilidad. Frustración y un terrible sentimiento de no saber cumplir con lo que se espera, haciendo de la hora de la comida, un calvario.
- Pecho para siempre y a libre demanda. La leche materna es el alimento más completo y nutritivo e idealmente debe ser ofrecido hasta los 2 años. Las investigaciones confirman que la leche materna que se produce en el segundo año es muy similar a la del primer año. Aun después de dos años o más, la leche materna continúa siendo una fuente valiosa de proteínas, grasas, calcio y vitaminas, ofreciendo adicionalmente su efecto protector contra enfermedades.Sin embargo, luego de los 12 meses es vital garantizar que el niño se incorpore a la dinámica familiar y reciba 3 comidas principales y 2 meriendas.
- Chucherías. Al margen de que el niño coma o no coma, los dulces y las famosas chucherías sólo muy de vez en cuando para que no hagan daño.
- Distractores. No se deben utilizar juegos y cuentos para distraerlos e introducir un bocado en la boca, tomándolo por sorpresa. El niño debe hacerse partícipe en la hora de la comida.
- Defensas infantiles. Los más pequeños se defienden ante la indigesta ofensiva paterna a base de escupir e incluso vomitar y no tragar lo que se ofrece. Nunca se niegan por capricho. Evolutivamente los niños tienden a rechazar los sabores desconocidos por simple supervivencia.
Aprendamos a negociar !!! Enseñemos con el ejemplo.
REFERENCIAS
-Berall G. (2009). Feeding Difficulties in Infants and Young Children: Tailor Interventions to Match Child Behaviours. Disponible en: http://www.mednet.ca/en/report/feeding-difficulties-in-infants-and-young-childr.html.
-AAP. (2014). Feeding the Child. En: Kleinman R y Greer F s(Ed), Pediatric Nutrition Handbook (7th edition; pp. 143-162).