Esta es una duda frecuente entre quienes amamantan. Saber que medicamentos se pueden o no consumir mientras se ofrece lactancia materna, genera angustia, duda e incluso temor por no saber cómo estos pueden afectar la leche materna o incluso al bebé.
El consumo de algún fármaco por parte de la mujer, mientras se encuentra amamantando su bebé, constituye un motivo frecuente de destete involuntario; sin embargo, muchas veces esta interrupción puede evitarse dado que se consumen fármacos compatibles con la lactancia.
Casi todos los medicamentos, una vez que están presentes en la sangre se transferirán a la leche materna en cierta medida. La mayoría de los medicamentos lo hacen a niveles bajos y no representan un riesgo real para la mayoría de los bebés. Sin embargo, hay excepciones y es por ello siempre necesario consultar al médico.
La decisión de suspender la lactancia de forma temporal o indefinida es una decisión que debe estar ampliamente justificada. En la mayoría de los casos existen alternativas terapeúticas compatibles con la lactancia o más seguras para el recién nacido o lactante. Si no existe ningún fármaco compatible, se puede intentar mantener la lactancia, extrayendo la leche y desechándola durante el tiempo que dure el tratamiento, para una vez finalizado, continuar dando el pecho de forma convencional.
Cómo saber si un medicamento es compatible con la lactancia?
Existe una página web: e-lactancia.org, desarrollada por APILAM, Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna, cuyas bases de datos son fiables para tomar las decisiones sobre mantenimiento de la lactancia materna. En esta pagina, se clasifica a los fármacos en cuatro grupos: muy seguros, seguros, inseguros (para los que debe de buscarse una alternativa), y muy inseguros, en los que si no existe alternativa terapéutica, debe de retirarse la lactancia materna durante el tiempo que se esté tomando el medicamento.

Los fármacos de riesgo muy bajo o muy seguros son aquellos que han demostrado mediante ensayos clínicos que son no tienen ningún perjuicio para el lactante. Los seguros o de riesgo bajo son aquellos que aunque no se han realizado estudios en humanos, los datos que se tienen sobre experimentación animal no han demostrado efecto perjudicial alguno. Los fármacos clasificados como inseguros o de riesgo alto no pueden ser administrados durante la lactancia ya que existe evidencia de su potencial perjuicio. Por último, los muy inseguros o de riesgo muy alto son aquellos en los que científicamente se ha demostrado un perjuicio para el lactante, ya sea en humanos o en experimentación animal.
Por ejemplo, si consideramos IBUPROFENO, encontramos la siguiente información:

O por ejemplo, si buscamos un antibiótico muy conocido como AMOXICILINA-ACIDO CLAVULÁNICO:

Además es posible consultar si la lactancia materna es compatible con plantas, alimentos, enfermedades, pruebas diagnósticas, entre otros recursos.
Recuerda:
La lactancia materna es fundamental para la salud de los niños y de las madres. En general, los beneficios de la lactancia materna son superiores a los posibles riesgos de la exposición a través de la leche materna de la mayoría de fármacos. Existen pocas enfermedades maternas cuyo tratamiento contraindique de modo absoluto la lactancia. Del mismo modo, en la práctica, son muy pocos los fármacos que contraindican la lactancia !
REFERENCIAS
APILAM (Asociación para la promoción e investigación científica y cultural de la lactancia materna). e-lactancia. Disponible en: https://e-lactancia.org.
Acosta D, Lugo G, Domenech M, Vera Z, de Larrosa G y Samaniego L. (2020). Interrupción de la lactancia materna relacionada con el consumo de medicamentos. Ars Pharm; 61(2): 97-103.
Paricio J, Díaz-Gómez N, Landa L, Sánchez M, Escrivá L. (2014). Medicamentos y lactancia materna. An Pediatr Contin; 12(5):239-43.
